domingo, 30 de diciembre de 2007

¡¡AY, AMOR!!



... a qué se reduce todo? amor? Amor
si bien te parece y me parece,

la razón por la cual odio a la gente y me asomo a esta ventana es el amor,

amor y la razón de que me ría y respire es ay amor

y la razón de que no me caiga en esta calle es el amor.'
(cummings,1976,97)

Amor, amor. Para qué tanto alboroto por una palabra, una tan pequeña. Eso respondí y me gané una reprimenda por mi maestro de matemáticas... sí, así como lo leen, por mi maestro de mate, precisamente por él que se pasa la vida entre ecuaciones lógicas ¿Pueden creer eso? - Algún día entenderá, sabrá y sentirá lo que es el amor, joven, algún día.

No podía creer lo que mis oídos escuchaban, el eco de la voz del maestro Quinto (no, no es broma ese es su nombre) – Algún día entenderá lo que es el amor...algún día -
Pues como yo era muy joven era comprensible que no entendiera lo que era el amor, así que me día a la tarea de investigar de dónde había salido eso del amor, a quién se le
había ocurrido.

Y pues me encontré con que un tipo llamado Platón había hablado de él muchos siglos antes de Cristo y resulta que en el principio había tres sexos, el masculino el femenino y el andrógino; el primero descendía del sol, el segundo de la tierra y el tercero de la luna, los tres eran muy altaneros y como los dioses griegos eran muy susceptibles pues Zeus decidió dividirlos como castigo a su mala actitud, desde entonces ellos, como estaban acostumbrados a ser uno solo, se echaban de menos, buscaban su otra mitad y cuando se encontraban se abrazaban anhelando ser uno de nuevo. Zeus, les puso sexo a todos mediante los órganos reproductores para que se lograra la concepción y la unión del varón y la hembra.


Pues eso estaba muy bien, pero a mi me seguía quedando la duda de qué era el amor ¿Era la necesidad de alguien? No entendía. Yo me la pasaba preguntándole a medio mundo qué era el amor, unos me respondían que eran mariposas en el estómago, por supuesto que eso tampoco lo entendía, cómo podían entrar esas mariposas en el estómago. Otros me decían que el amor es como el viento, no lo ves pero se siente, por supuesto me confundí más de lo que estaba. Mi abuelo, hombre extremadamente católico, me citó este fragmento de la Biblia:


El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia,

el amor no es jactancioso, no se envanece;

no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;

no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.

Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.



Pues con eso lo único en que pude pensar era en mi mamá ¿Mi mamá era el amor?
-Pues sí, hijo, si tu crees que tu mamá representa al amor, pues, tu madre es el amor.
-No, abue, de verdad qué es el amor.
-Pues, eh...eh...
Y me fui de ahí volando sobre mi cóndor (mi bicicleta) sin saber qué era el amor y sin encontrarlo, porque cuando supiera qué era el amor, seguro que lo encontraría.
Entonces se me prendió el foco, si yo no podía encontrar el amor, ni saber qué era, pues entonces era como yo creía, solo una palabra, pues escribí en un papel la palabra AMOR, y me lo comí.


Al día siguiente, de verdad sentía que era el amor, un tremendo empacho. Por supuesto no fui a la escuela.
Después me sentí mejor, aunque seguía sin encontrar al amor. Nunca pensé que me fuera a clavar tanto en algo, que de un día para otro me interesara el amor. Aunque claro, no sabía
qué era el amor. Tal vez por eso lo tenía como piedrita en el zapato.
Una vez, en el camión, de camino a mi casa, vi a unos novios besándose y yo no podía dejar de verlos, hasta que los incomodé (presisamente yo) y el tipo me preguntó de forma muy altanera que qué era lo que tanto veía, que me volteara para otro lado.


-¿Por qué se besan?
-Qué te imoporta, niño, ocupate de tus asuntos
-Nico, deja al niño. Nos besamos por el amor.
-¿El amor? Ese es precisamente mi asunto.
-Así y tu qué sabes del amor, mocoso metiche
-Nico, déjalo.
-Pues nada, por eso pregunto.
-Mira nene, el amor es una locura, es una invensión de los humanos para explicar una serie de sentimientos; es algo que no se puede explicar con palabras, ya que lo tienes que sentir para saber lo que es, y aún así es un tanto confuso saber lo que es.

-Osea que, todo este tiempo he estado buscando al amor y he perdido mi tiempo.
-Pues yo no diría eso, más bien creo que el amor te encontrará a ti, siempre lo hace. El amor aparece cuando menos te lo esperas.


Pues resulta, que a mis diez años, no entendería al amor y ahora a los 30 menos.
Ahora es cuando me doi cuenta de que el amor no necesita explicación, que si la testosterona, luego la dopamina y después la oxitocina y la vasoprecina. Na da que... el amor no tiene explicación, sólo está por ahí volando, como esa canción Love is the air(na na na na na na na). Yo tenía razón desde el principio, es solamente una apalabra pequeña, pero esa palabra invento de los humanos encierra tantas cosas. También es la necesidad de alguien (aunqe mi madre siempre me decía que nadie es indispensable, claro hasta que se está enamorado). El amor es una convención humana, que se puede explicar científicamente, pero es muy aburrida y le quita sabor. Para saber lo que es el amor, hay que vivirlo, sentirlo...si no qué caso tiene. El amor nos vuelve irracionales, o por lomenos no pensamos con claridad. El amor no necesita razones, sólo es el amor y envuelve a los humanos con su enorme poder, nos hace ser de verdad humanos, nos hace sentirnos vivos, por eso empecé con lo que dice cummings del amor, eso es lo que nos hace el amor.


Amo como ama el amor. No conozco otra razón para amar que amarte.

¿Qué quieres que te diga además de que te amo,

si lo que quiero decirte es que te amo? Fernando Pessoa


Se puede o no explicar el amor, tal vez sí... pero lo mejor es sentirlo. A lo mejor no sabes decir qué es el amor, pero eso no es lo importante...



AleHermiMonelle

jueves, 27 de diciembre de 2007

Amor



'... a qué se reduce todo? amor? Amor
si bien te parece y me parece, la razón por


la cual odio a la gente y me asomo a esta ventana es el amor,


amor y la razón de que me ría y respire es ay amor


y la razón de que no me caiga en esta calle es el amor.'
(cummings,1976,97)





El amor, para empezar con una frase hecha, hace girar al mundo, como dice cumings, es lo que me mueve, es la razón por la que hago, odio, río, respiro, es la vida.
El amor es una constante, en Aragon, Elsa; en Pound y en cummings, ella. El amor por ella, que lleva a odiar a alguien o a algo, a eso que perturba, que interrumpe el deseo, la posesión, que quiere entorpecer hasta el recuerdo.







No, no! Dejadme. Vengo de estar con ella.
No estropearé mi atmósfera con un brillo menor,
El aire que me rodea tiene una nueva ligereza;
(...) (POUND, 1976,22)





Los celos, esa sola sospecha que existe de que la persona amada mude su cariño, o tan sólo, la intolerancia hacia las miradas de otros, la profanación que se intuye, que inestabiliza, que nos hace sencibles al más pequeño contacto o de una sola mirada.







... Miedo de la imagen y de la frase
Miedo a lamanera en que a veces uno se siente celoso
De otros ojos abiertos para verte (...)
Cómo podré ahora encerrarte para mí solo
(ARAGON,1969,21)

quizá no sea siempre así;y digo
que si tu labios,que he amado,tocasen
los de otro,y tus fuertes queridos dedos se apoderasen
de su corazón,como del mío no hace mucho;
(...)
si esto ocurriese,digo que si esto ocurriese-
tú,corazón mío, envíame un pequeño mensaje;
para que pueda acercarme a él,y cogiendo sus manos,
le diga,Acepta de mí toda la felicidad.
(cummings,2005,83)









En cummings, sucede algo parecido que en Aragon, el celo de perder a alguien está latente, sin embargo, el sentido de desprendimiento, que se da con el conocimiento del adiós, es diferente, en el primero, es encerrar cualquier posibilidad de pérdida, y así, tener su amor exclusivo; en el segundo, la desapropiación, ese desposeerse, llega con la felicidad del otro, que es dada por él mismo, por el que está obligado a decir adiós. Entonces volveré la cabeza y escucharé a un pájaro
cantar terriblemente lejos en las tierras perdidas
(cummings,2005,83)







La vida es el amor, aunque se viva en la muerte, la muerte como espera de tranquilidad, como el callar de la conciencia, ese "Dormir el sueño de tus brazos" (ARAGON,1969,133), morir no significa dejar de amar, no es una probabilidad. El amor es lo importante, vivirlo y ser parte de él.





Porque todo pasa, pero no el tiempo de haber amado,
de seguir amando todavía, hasta ese aliento último (...)
(ARAGON,1969,135)
La vida nos da dos minutos, dos estaciones__
Una para aburrirnos;
Dos muertes __ dejar de amar, dejar de ser amable,
Esa es la verdadera muerte,
La otra poco importa junto a ella.
(POUND, 1976,27)







La mujer es la imagen que estos autores utilizan para representar el amor. El amor es ella, es carne y sentimiento, es la sensualidad y el reconocimiento, es todo lo que se comparte.




La alborada entra con pequeños pies
Como una Pavlova dorada
Y yo estoy cerca de mi deseo,
Ni tiene la vida nada mejor
Que esta hora de clara frescura,
La hora de despertar juntos.
(POUND,1976, 21)



me gusta mi cuerpo cuando está con tu
cuerpo. Es algo tan nuevo.
Músculos mejores y más nervios.
me gusta tu cuerpo. me gusta lo que hace,
me gustan sus maneras. (...)
y me gusta quizá el estremecimiento
debajo de mí tú tan perfectamente nueva
(cummings,2005,105)







Una simple definición de amor sería, un sentimiento intenso del ser humano que partiendo de su insuficiencia necesita y busca el encuentro y unión con otro ser. Pero gracias a Pound, a Aragon y a cummings, podemos entender al amor como ese todo del ser humano, esa fuerza vital que hace se sintamos todo (odio, celos, pasión, hasta la vida, todo reflejado en ella), ya que el amor es todo, es como dice Joyce, en el Ulises, "¿Cuál es esa palabra que saben todos los hombres?" (JOYCE,1980,132) Pues precisamente es amor, que es inherente al ser humano y que la conocemos a priori.








AleHermiMonelle

miércoles, 5 de diciembre de 2007

05/12/07


Blockquote 8:30 a.m.

Hoy amaneció lloviendo en Guadalajara.

El viento que entraba por el vidrio roto de la ventana, helaba mis pies desnudos, y yo acurrucada en mi cama sólo pude decir: "Qué mal día".

Me levanté, tiritando de frío, y fui, con mi desconcierto a rastras, hacia el baño (y sólo decía:"Qué mal día).

8:45 a.m.

Tomé un libro que saqué de la Biblioteca, Vlad Tepes, para hacer mi ensayo para Novela Negra y me puse a leerlo, después a hojearlo, como lo hace un desesperado que debe hacer un trabajo en poco tiempo y que aún no sabe de qué va a hacerlo.

9:45 a.m.

Después de intentar leer y de intentar pensar en mi ensayo, decidí ir a desayunar (bueno, después de que mi madre me gritara por tercera vez: ¡¡Ya está el desayuno!!). Ni los deliciosos hotcakes que hizo mi mamá, ni la avena caliente, pudo quitarme de encima la sensación de que hoy era un mal día, no sólo por el mal clima en la ciudad, sino por el trabajo del que no tenía la menor idea, y porque posiblemente sería hoy el último día de mi vida que vería sus hermosos ojos azules. Así que, qué mal día.

11:45 a.m.

Después de quemar un poco de neuronas pensando, por fin, decidí el tema de mi ensayo, además que ya se asomaba el sol por entre las nubes de plomiza pesadez y ya no tenía que bañarme con agua caliente. El día comenzaba a sonreirme.

13:30 p.m.

Salgo toda acarrerada hacia la casa de Carolina (ah, porque se me olvidó comentar, que es el cumpleaños de Carolina y le vamos a llegar de sorpresa, Jorge, Ameyalli, Mexitli, Lorena, Remys y yo, con un súper pastel piñatero), el camión tarda un poco y el camino es largo, sin embargo, me tranquilizo un poco, ya que la casa de Caro no irá a ningún lado; además de que el largo trayecto me servirá para leer un poco (y ya se me olvidó el clima).

15:00 p.m.

Llego por fin al edificio y me siento algo insegura porque no sé cuál es el departamento de Caro, hasta que escucho su voz y me dirijo hacia allá, alistando mis brazos para darle una fuerte felicitación (¡¡FELICIDADES AMIGA!!)

--------------

A partir de este momento no marcaré las horas, las viviré. No pensaré en el tiempo, lo viviré. Entre el gran varón, Lila Downs, Jorge Drexler, las gracias de Rodo, mucho Ron y una hermosa compañía (sí, hablo de ustedes)el día lluvioso, el mal día, se fue, no, corrijo, el mal día nunca existió.

No fue un mal día, porque desperté, porque pude vivir algo que me hizo sentir muy bien, algo que me hizo llegar hasta este momento con una sonrisa en los labios. Porque pude sentir el frío recorrer mi cuerpo, sentir la brisa y oler el aroma a invierno. Porque pude reír, bailar, cantar y llorar, sin remordimiento de conciencia por no haber ido a la escuela, por no haber hecho quehacer ni tarea y por no poder verte por, quizá, última vez.

Ahora ya es otro día. Todo está en calma, pero no tardará en oírse el ruido de la vida allá afuera.Blockquote



jueves, 22 de noviembre de 2007

¡PARA TODA LA VIDA NO!
He caído tantas veces que el aire es mi maestro;tengo en la mano el aire que nunca nos olvida,si nuestro amor fue siempre como una despedida,cuando todo termine quedará lo más nuestro.
Ya he empezado a morir para aprender a vertecon los ojos cerrados. Así será mejor,para toda la vida no basta un solo amor,tal vez el nuestro sea para toda la muerte.
Luis Rosales.

Autobiografía

Como el náufrago metódico que contase las olas que le bastan para morir;
y las contase, y las volviese a contar, para evitar errores, hasta la última,
hasta aquella que tiene la estatura de un niño y le cubre la frente, así he vivido yo con una vaga prudencia de caballo de cartón el el baño,
sabiendo que jamás me he equivocado en nada
sino en las cosas que yo más quería.
Luis Rosales (1910-1992)
Poeta y ensayista español.

Envejecer es como una gran montaña:
mientras se sube las fuerzas disminuyen,
pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena.
Ingmar Bergman.

Hoy, al tratar de despertar, o más bien resistiendo a no volver a dormir a causa del frío y, porqué no, del cansancio del día anterior todavía unido a mis pies, tomé valor y de un golpe quité la cobija azul, con nubes y borregos que me regaló Alondra y, al sentir el frío intenso que erizaba todo mi cuerpo, quise volver a dormir, pero el llamado de la naturaleza fue más fuerte y me dirigí hacia el baño. Crucé la sala y volteé, aún no se porqué razón, hacia la única pared rosa del cuarto y vi la fecha del calendario: 17 de noviembre, 45 días para el año nuevo.
Entré en el baño, me lavé la cara y ya con un poco de más lucidez a causa del agua fría, me di cuenta de que hoy no era 17 de noviembre, sino 19 y lo comprobé cuando salí, en el calendario ya decía: 19 de noviembre, 43 días para el año nuevo, no comprendí qué había ocurrido, hasta que escuché a mi mamá en la cocina y vi dos papelitos arrugados en el bote de la basura con los números 17 y 18.
De pronto, comencé a recordar el inició del semestre, las ansias que tenía de volver a ver a mis amigos, el nervio de las nuevas clases y los nuevos maestros y lo mejor, sus grandes ojos azules que me miraban por primera vez. Me vi de pronto como en el túnel del tiempo, como si en el transcurso de la cama al baño hubiesen pasado dos días y como si el semestre que casi terminaba hubiera pasado frente a mis ojos, siendo yo sólo una espectadora que va de su cama al baño.
Me sentí un poco frustrada, ya que el cansancio que sentía al levantarme seguía ahí, pero no me sentía como una persona que hubiera vivido todo lo que pasó. Aunque me sentía más vieja de pronto, no solamente por haberme dado cuenta de que el tiempo pasa, sino porque parecía que me habían robado dos días de mi vida y tenía la sensación de no poder recordar qué había sucedido en ese lapso de tiempo, las conversaciones, las caras, el camino de casa a la escuela, su andar armonioso y sus rizos que le caen en la frente; todo era ajeno, extraño, lejano, parecía como si un narrador extradiegético estuviera contando mi historia y, yo parada frente a esa pared rosa mirando el calendario, escuchara una lejana voz que narraba mi vida.
Una voz y el cansancio del camino recorrido era lo que quedaba de mi vida, la cual, me parecía más larga de lo que en realidad es. De repente, mi papá pasó a mi lado y vi que traía puesta una playera con la figura de un nadador y con una leyenda que decía " 'Atrévete, nada la gran línea' . Primer torneo de natación para personas de la tercera edad, en el Club Hacienda San Javier ". Al ver a mi papá vestir esa playera, me recordó que tenía que hacer el último ensayo para la clase de Literatura Europea del siglo XX, y que además el autor a quien dedicaríamos dicho ensayo, John Cheever, tiene un cuento llamado el nadador, el cual, sería como esos ancianos que participarán en el torneo al nadar la gran línea, que representaría la línea de la vida para el nadador de Cheever, el cual inicia el cuento siendo un hombre joven y apuesto, y conforme pasa de piscina en piscina, y como me pasó a mi de mi cuarto al baño, su vida pasa, como en una dimensión alterna, en la que basta un solo instante para que todo pase y al final no nos demos cuenta de eso y de pronto nos vemos viejos y cansados, cargando con una vida que no nos hemos dado cuenta de vivir. "¿La memoria le estaba fallando, o la había disciplinado tanto en la represión de los hechos ingratos que había deteriorado su propio sentido de la verdad?" (CHEEVER,2003,226-227).
Y entonces decidí a escribir esto, como una aventura, como la aventura de Ned a través de las piscinas, como ese cambio de aire, de rutina, eso que nos hace sentir que vivimos, que realmente lo hacemos, que somos conscientes de nuestro destino y del tiempo que pasa, que pasamos.
Y entonces decidí escribir esto, como una aventura, como la aventura de Ned a través de las piscinas, como ese cambio de aire, de rutina, eso que nos hace sentir que vivimos, que realmente lo hacemos, que somos conscientes de nuestro destino y del tiempo que pasa, que pasamos.
Ahora, veo el reloj y ha pasado casi una hora y media desde que me senté frente a la computadora a escribir lo que sería el último ensayo y pienso que me he salido de las normas que regularmente sigo: cita, explicación, explicación, cita, pero no puedo regresar a la rigidez que impone, no se si estoy del todo convencida de lo que acabo de hacer, pero de lo que sí es que todo este tiempo ha pasado y lo he pasado y estoy conforme con eso. Quiero estar consciente de que envejecí dos horas, dos días, dos años... (risas).

domingo, 18 de noviembre de 2007



Insomnio

Para Oscar Wilde

Sólo en la noche no tengo ausencia de ti.

Vivo el sueño despierta para ver tus ojos,
grandes migajas de amor.
Porque en el día te niegas, te alejas y casi te pierdo
(y digo casi te pierdo, porque casi te tengo).

Espero, espero...
Como esos puntos suspensivos que esperan la siguiente frase.
Como espera la noche que llegue el día para dejar de soñar.



INSOMNIO... sólo espero espero el insomnio.



* * *

Y entonces...
vi tu luz
y llegué a tu oido y me viste y me hablaste
y...
tomaste mi mano para apartar de tu frente un rizo que no te dejaba verme

y volviste a mí... pero...si nunca te fuiste...o es que
me mientes o me miento a mi misma

NO... NO...estás a quí y tomas mi mano y besas mis ojos... y yo siempre te aparto
ese rizo de tu frente...

y...
y...
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viernes, 16 de noviembre de 2007



El tranvía en Guadalajara
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Panteón de Belén, Guadalajara
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Catedral de Guadalajara, Jalisco, México
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La antigua GuadalajaraPosted by Picasa
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jueves, 15 de noviembre de 2007

La sencillez de los paraisos perdidos


Una vez, después de mucho tiempo, vi a mi abuelo sentarse en un banco de madera que él mismo talló. - Nunca me había atrevido a hacerlo -me dijo mirándome a los ojos claos, como él me decía.

Yo no le dije nada, ya que era algo que, entonces no entendía y que tal véz, no me interesaba. Pero ahora, lo recuerdo, recuerdo a mi abuelo, sentado en su banco perfecto de madera, con la altura y comodidad exacta. Desde entonces, mi abuelo, cada día después de comer, se sentaba en su banco a contemplar la luz que caía cristalizada a través del filtro del jazmín.

Lo recuerdo, recuerdo esa sencillez, a la que no me atreví a mirar a los ojos, como mi abuelo hizo con migo.
Ahora, sólo puedo admirar, en el recuero, la sencillez de los paraísos perdidos.


Gracias Abuelo.



(Y gracias a Camus)




AleHermiMonelle